En la biblio, vimos a un monstruito salir del cuento...
y cuando llegamos a clase, había unos cuantos esperándonos.
Los más peques del CEIP. Pancho Cossío, estamos deseando descubrir pasito a pasito el entorno que nos rodea a través del juego, de la experimentación y de los sentidos. Iniciamos este viaje Deme, Carmen y Belén, ¿nos acompañáis?
En la biblio, vimos a un monstruito salir del cuento...
y cuando llegamos a clase, había unos cuantos esperándonos.
¡Poco a poco vamos conociendo
nuevos espacios del cole!
A la biblioteca vamos a leer, a buscar información,
a investigar en la PDI que tenemos a nuestra altura,
a ver y a escuchar cuentos, a ver bailes y escuchar música...
Pinchar para fisgar.
¿Qué podemos hacer con nuestros deditos?
o dicho de otra manera,
¿de qué manera podemos potenciar la motricidad fina?
Antes de daros ideas, quiero haceros conscientes de lo importante que es ejercitar los dedos, las manos y la pinza (pulgar e índice).
¿Qué es la motricidad fina?
Es la coordinación de músculos, huesos y nervios
para producir movimientos pequeños y precisos.
Un ejemplo de control de la motricidad fina es
recoger un pequeño elemento con el dedo índice y el pulgar.
Es la habilidad que desarrollan los niños para hacer movimientos, usando los músculos pequeños de las manos, muñecas y dedos con el objetivo de favorecer más tarde el proceso de lectoescritura, y muchas de las prácticas de la vida diaria.
En pocas palabras, la movilidad de los dedos de la mano con actividades que requieren mayor precisión y coordinación viso-manual.
Es necesario utilizar simultáneamente el ojo y el uso de los dedos en actividades como rasgar, cortar, aplastar, colorear, picar, apretar, punzar, enroscar, enhebrar, escribir, dibujar, presionar, amasar, modelar, pellizcar, arrugar y estrujar.
Es una habilidad básica que debemos ejercitar,
lo podemos hacer de mil maneras,
y muchas de ellas con objetos cotidianos de casa,
en las prácticas diarias,
con juguetes destinados para su potencialización....
A medida que vayan alcanzando su madurez y vayan siendo más hábiles,
iremos preparándolas de mayor complejidad o en diferentes grados.
¿Para qué sirve la motricidad fina?
Para casi todo: para lavarnos la manos, atarse los botones,
los cordones más adelante, para coger los cubiertos y comer,
para pintar, para escribir, para diferentes juegos...,
es decir para muchas de las tareas que hacemos en la vida diaria.
Pueden ser muy variadas: rasgar papeles con las manos, desgranar, recortar, clasificar pompones por color, clasificar botones por color, bolsa sensorial botones, pelar huevos, ensartar macarrones en pinchos o cuerdas, cuentas en collares, pescar gomas, series de palitos de colores, agrupar tapones por colores y trasladarlos con cacitos o cucharas, pintar con bastoncillos, con corchos, hacer diferentes trasvases de alimentos sólidos o líquidos, hacer puzzles, plastilina...
Como veis, hay un sinfín de actividades,
y con toda esta teoría que os he soltado,
¿Qué os parece si vemos por alguna actividad que hemos comenzado?
Puzzles, ensartar, encajar, pintar, enroscar y desenroscar, ordenar castañas y bellotas,
jugar con la plastilina...
Durante el curso iremos conociendo muchísimas más actividades
para fortalecer nuestras manos y nuestros deditos.
Si os apetece hacer algo casero,
no tenéis más que hacer foto
y la compartiremos aquí en el blog con todos.
O venir al cole a jugar con nosotros.
¡Mirad, mirad!
también las alternamos con los ratitos de juego libre,
en el que cada uno escoge lo que más le gusta.
¿Queréis verlo?
Nuestra vida está llena de ritmos, ritmos internos, externos,
ritmos relacionados con la naturaleza (las estaciones del año),
ritmos sociales y ritmos atencionales.
Los ritmos aportan orden y estructura, los niños pueden anticipar los acontecimientos,
y eso que les aporta calma, seguridad y bienestar.
Mediante la repetición de ritos y rutinas
podemos organizar esos ritmos
que proporcionaran seguridad y confianza a nuestras criaturas, porque sabrán anticipar
y se percatarán de que hay ciertas cosas que serán igual hoy,
que
mañana o que fueron ayer.
Necesitan rutinas, para alternar actividades movidas y tranquilas, para adquirir hábitos.
Los pequeños son sensibles a los cambios.
Se sentirán más felices y satisfechos,
porque poco a poco sabrán qué va a suceder después,
a todos los pequeños les ayuda,
pero aún más a los nerviosos o inseguros.
Por estas razones, planificamos un período de adaptación
durante el mes de septiembre y de acogida para el primer trimestre (adquisición de ritos y su paso a hábitos)
y un conjunto de propuestas didácticas
para el resto del mismo con un carácter transversal.
En una primera fase, tratamos de construir ritos
acompañando a las criaturas en cada paso que ello requiere. Progresivamente, a medida que repetimos la realización de los ritos, vamos construyendo hábitos
en los que la intervención o mediación del adulto
va siendo cada vez menos necesaria.
Tratamos de lograr al final de curso la adquisición de la autonomía suficiente para que cada criatura
se desenvuelva en la clase por sí misma,
en atención a las pautas trabajadas,
el conocimiento de sí mismo y el respeto a los demás.
Generalmente, también nos ocupa todo el mes de octubre
la iniciación a todas las rutinas.
Ritos hay a la hora de la entrada (llegar, saludar, desvestirse, entramos al aula, qué hacemos, cómo lo hacemos, adónde vamos….),
la asamblea (nos reunimos, nos sentamos, nos miramos,
nos escuchamos, nos comunicamos…),
el juego (con qué puedo jugar, cómo puedo jugar, cómo respeto al otro, cómo me respetan a mí, qué límites existen, qué momentos y espacios para ello…),
la higiene de manos (pasos a seguir para realizar esta acción: remangarse, abrir el grifo, mojarse, enjabonarse, frotar, aclararse, cerrar el grifo, secarse...), el uso del aseo personal (tanto a la hora de cambiar un pañal como de utilizar las bazas los que ya controlan esfínteres),
el tentempié (nos lavamos las manos, nos sentamos juntos, hablamos, al terminar recogemos, nos aseamos…),
el recoger y ordenar la clase (cesamos la actividad anterior, clasificamos, colocamos, limpiamos, nos deshacemos de los residuos generados, nos gratificamos por el orden logrado) ,
nos relajamos,
o a la hora de la salida (despedida, afecto, abrigo, recordar objetos personales que he de llevarme, reunión con quién nos viene a buscar).
Si queréis un poquito fisgar, en la foto a clickear.
Al principio les ayudaremos un poco,
para dejarles poco a poco que lo realicen solitos.
¡Hoy ha sido el cumple de Matías!
Y ya sabemos que le gustan las coronas azules,
fue el color que él eligió.
Sus compis la decoraron con él.
A ratitos nos la ponemos y a ratitos nos la quitamos,
porque es un poco molesto jugar con ella,
¿verdad?
¡Estamos super contentos y contentas,
porque volvimos a tener visita....
Lidia, su mamá, vino a pasar el ratito del desayuno con todos nosotros!
¡Y nos leyó un cuento muy chuli!
en el que al lobo le hacen una fiesta de cumpleaños.
Si pincháis en esta foto, podéis conocer el cuento,
y si lo hacéis en la palabra "CANCIÓN",
veréis la versión cantada.
Además nos traía otro regalito,
¡UN SUPER BIZCOCHO!
Lidia le repartió en trocitos y Matías obsequió a sus compis, mami y profe con ellos.
¡Qué rico!
Por supuesto, también comimos un poco de fruta,
¡no puede faltar en nuestra dieta!
¿Qué pasó después?
Pues como no podía ser de otra manera,
nos fuimos a bailar y a jugar con las pompas y los globos.
Si queréis fisgar en la foto a clickear.
Y descubrimos que a Matías le gustan varias canciones,
entre ellas "Viento del norte" y "Baby shark"
¡¡¡¡Muchas felicidades, Matías, disfruta mucho de tu día!!!!!
Y en noviembre, nos esperan otros tres:
Salma el 13,
Belén el 17
y Sara el 29
Hoy ha sido un día muy especial...
¡EL CUMPLE DE JORGE!
¿Cómo lo celebramos en el cole?
Empezó Jorge eligiendo la corona que más le gustaba
y decorándola con sus compis.