La semana pasada, estuvimos jugando con la sal,
y...¿para qué?
*para experimentar con otras texturas,
*para compartir un espacio más pequeño con nuestros compis sin graves conflictos,
*para dejar huellas,
*para hacer recorridos,
*para esperar turnos, cuando queremos jugar con algo que no tenemos,
*para aprender a ceder,
*para aprender vocabulario.
*para adquirir conceptos como estar de pié, sentados, de rodillas, dentro, fuera, mucho, poco,
*para hacer trasvases.....
Ya veis como con materiales contínuos: harina, sal, azúcar... o discontinúos: legumbres, arroz, pasta... podemos, jugando, no parar de aprender.
Y si queréis fisgar....
¡en la foto a pinchar!