¡ESTOY SORPRENDIDÍSIMA!
Menos mal que Miguel me ha contado la historia...
¿Queréis conocerla?
Mirad cuando nos vamos haciendo mayores,
tenemos que dejar el chupete,
así podremos hablar mucho más y mejor.
Así que Miguel, que ya es un MUY MAYOR,
ha hecho junto a su mamá, la puerta para que pueda ir a su casa el duende de los chupetes.
Y la colocó en el zócalo de una habitación de su casa,
con una escalerita, claro,
¡para que el duende no se dé un coscorrón!
Allí le deja su chupete,
el duende llega,
se lo lleva para dárselo a otro niño,
(cuando pase el coronavirus),
y a cambio, le dejará un regalito
(puede ser un cuento, un juguete, un bizcocho,
un vale para dormir dos días juntos,
para acampar en casa etc...).
Si queréis ver como nos lo cuenta Migui,
solamente tenéis que pinchar en la foto.
La casita la podemos hacer de plasti,
cartón, cartulina, de lo que más nos guste.
