6 de febrero de 2025

¿A qué huele?

Unos días a bosque, a piñas, a hojas húmedas,

también a colonia,

a veces a cacotas o pedetes,

y como no, a fruta, el olor de la mandarina nos encanta.

Pero hoy toca oler.... café.

Para fisgar, en la foto a pinchar.

Los primeros años de vida son clave para el aprendizaje y desarrollo cognitivo de una persona. El niño va reconociendo el entorno que le rodea a través de sus sentidos para poder comprenderlo. La importancia de la educación sensorial en el aula radica en que, solamente a través de los sentidos, el cerebro puede construir nuevos aprendizajes.

Viendo, tocando, oliendo y explorando el entorno, el niño va descubriendo los objetos y sus características. Descubre un mundo de colores, sonidos, formas, sabores, olores…  La mejor manera de desarrollar todos los sentidos es proporcionando la mayor cantidad de experiencias directas posibles que permitan utilizar los órganos de los sentidos y, al mismo tiempo, identificar las características de los objetos que nos permite conocer cada uno de ellos. Los sentidos posibilitan el aprendizaje cognitivo, pero también el afectivo, el emocional y el social, es decir, el desarrollo integral del niño.

 Los principales beneficios de la educación sensorial, son los siguientes:

  • Aumenta la curiosidad, atención, concentración y el deseo por el aprendizaje.
  • Mejora de las capacidades sensoriales.
  • Estimula la comunicación no verbal.
  • Promueve el pensamiento lógico.
  • Logra un desarrollo armónico de cada uno de los sentidos.
  • Fomenta el desarrollo cognitivo.
  • Desarrolla la capacidad de estructurar la información que se recibe a través de los sentidos.
  • Conocimiento del entorno, de su propio cuerpo y de los diferentes estímulos sensoriales.
  • La ayuda a identificar las causas que han producido determinadas sensaciones entre otros niños.

¿OS ANIMÁIS A HACER ALGUNA ACTIVIDAD RELACIONADA CON EL OLFATO? 

¡OS ESPERAMOS!


No hay comentarios:

Publicar un comentario