Septiembre se acabó y con él, el periodo de adaptación,
o eso dice la normativa.
Pero en nuestro cole sabemos muy bien,
que los peques de dos años, a veces necesitan un poquito más.
Pasar todos los días cinco horas en el cole es mucho tiempo,
para tan pronta edad.
Pero en ocasiones no queda más remedio, para poder conciliar.
En esta última semana,
hemos compartido actividades en pequeñito grupo,
haciendo animalitos con la plasti (intentándolo al menos, jeje, pero fortaleciendo así nuestros deditos) o caminitos con las pegatinas.
Continuamos iniciando rutinas: el trenecito para desplazarnos por el cole, un ratito de colcho para escuchar canciones, poesías y cuentitos, el aseo y desayuno, seguimos recogiendo y juntándonos para despedirnos...
También hemos conocido a Pablo, el profe que va a jugar con nosotros en inglés y llegó con una guitarra...
es prontito para jugar juntos, pero ya nos gusta estar cerca y ayudarnos: a beber agua, a sonarnos los moquetes...!
¿Queréis ver un poquito de todo lo que os cuento?
¡pues en la foto a clickear!
¡Se nos olvidaba, contaros que llegó al cole
este precioso animalito que no se enteró de que ya se hizo de día!
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