Aunque estemos acostumbrados a tocar con las manos,
en esta ocasión junto con Lucía, la mamá de Pablo,
¡tocamos con los pies!
¿Qué no os lo creéis?
¡Mirad, mirad!
¡No solo con los pies podemos jugar,
también a oscuras,
nos gusta estar!
Pinchar, pinchar.
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